En un imponente edificio de oficinas ubicado a metros del mercado de Pinheiros, en San Pablo, Braulio Borges recibió a LPO para analizar el futuro que le espera a la economÃa de Brasil luego del ballotage que disputarán Jair Bolsonaro y Fernando Haddad.
Maestro en TeorÃa Económica por la Universidad de San Pablo, Borges es jefe del área de MacroeconomÃa de LCA Consultores e investigador de la Fundación Getulio Vargas. El economista asemeja las expectativas que genera Bolsonaro en el mercado financiero con la luna de miel que se le terminó a Mauricio Macri con ese mismo sector.
¿Cuál es la herencia económica que deja el gobierno de Temer?
El gobierno provisorio de Temer dejó una serie de avances y de reformas que consiguió implementar. Principalmente la reforma laboral que entró en vigor a finales del año pasado. Mejoró en varios aspectos, hay más flexibilidad para el mercado laboral. El mercado laboral brasileño es uno de los más rÃgidos del mundo. Sin quitar muchos derechos, esa reforma modernizó la legislación brasileña, que ya tenÃa básicamente 70 años. El gobierno de Temer también redujo el gasto con una nueva ancla fiscal. Brasil pasa hoy por una crisis fiscal bastante severa. Parte de eso es recesión. Es una economÃa que está creciendo muy por debajo de lo que podrÃa y eso está impactando en la recaudación del gobierno. Pero parte del problema del déficit fiscal brasileño es estructural. En los últimos veinte o treinta años el gasto creció mucho más de lo que se tributa. El Gobierno de Temer empezó a corregir eso y consiguió implementar un techo de gastos. El techo tiene una serie de problemas, porque por sà solo no garantiza nada, sólo limita el gasto. Los polÃticos tienen que escoger cuáles son las polÃticas públicas que van a caber en ese techo de gastos.
Y también hay muchos desafÃos todavÃa para que el techo sea cumplido. Y una de las reformas cruciales para viabilizar el techo de gastos es la reforma previsional, que es la que Temer no pudo conseguir. En mayo del año pasado, poco antes del escándalo de JBS, él estaba por aprobar esa reforma. Después de eso, él usó toda su fuerza polÃtica para salvarse, por lo que la agenda de reformas de Brasil se paralizó. Luego, ante la cercanÃa del proceso electoral y como en cualquier paÃs del mundo, dejó que las reformas impopulares se hagan después. Hubo avances.
El equipo de economistas que acompañó a Temer y llamaron "dream team" hizo el esfuerzo de ajustar el programa Bolsa Familia y determinar si las personas tenÃan derecho a recibir ese beneficio. Para recibirlo hay que ser muy pobre y hay mucha gente que lo tiene y no lo deberÃa tener. El mérito del equipo económico fue hacer el esfuerzo de revisar ese programa que terminó ayudando en las cuentas públicas. Pero falta cumplir la promesa de Temer y de ese equipo económico de que la economÃa iba a crecer rápido. Eso no pasó. Y de ahà es que hay una cierra ilusión de los polÃticos y del propio mercado financiero de que solo cambiando el Gobierno, la economÃa funciona. Creo que coincide un poco con lo que le pasó a Macri en Argentina, y veo un caso parecido aquà si Bolsonaro termina electo. Los mercados financieros ya lo tomaron positivamente. Tengo una visión un poco más cautelosa.
¿Qué es lo primero que tiene que hacer el próximo presidente?
Creo que el próximo presidente tendrá una agenda pesadÃsima. En los primeros seis meses de gobierno, va a tener que encaminar una reforma previsional. Si no lo hace, los mercados van a terminar con la luna de miel rápidamente. También va a tener que definir la polÃtica y la regla para definir el salario mÃnimo. El salario mÃnimo es muy importante para la población brasileña. La mitad de la población gana el salario mÃnimo. En enero de 2019, el salario mÃnimo va a tener que ser determinado por el Gobierno para los próximos años. Por lo que en los primeros meses de Gobierno el próximo presidente tendrá que preparar esa nueva regla para preparar el presupuesto de 2020. El primero de enero también vence el subsidio al combustible que el Gobierno dio a los camioneros, de 8 billones de reales para sólo seis meses. Cuando se venza ese subsidio va a haber una tensión importante, porque por un lado están los camioneros que gozan del subsidio y apoyaron a Bolsonaro y del otro lado el mercado financiero queriendo que acaben los subsidios y también apoyaron a Bolsonaro. El primero de enero esa cuestión ya tiene que estar resuelta, ante el riesgo de una nueva huelga de camioneros.
El año que viene también está la propia ejecución del presupuesto que con el techo de gastos está súper apretado, entonces no hay mucho margen para cortar más. Ello implica decir que algunas actividades de servicios públicos, la emisión de pasaporte, bolsa de estudio para quien hace maestrÃa, doctorado, pueden sufrir cortes bastante expresivos el año que viene. Eso será inevitable principalmente porque Temer creó el techo y no creó las maneras de cumplirlo.
Se avizora un problema de gobernabilidad para los dos candidatos.
Vi que el cientista polÃtico Jairo Nicolau calculó el número efectivo de partidos que hay hoy en el Congreso. Hoy hay 30 partidos. Pero hay algunos que tienen un diputado y eso no cuenta mucho, pero cuando se hace un promedio ponderado por el tamaño de cada una de las bancas de los partidos, él llegó a la conclusión que hay entre 16 y medio y 17 partidos. Para aprobar cualquier medida se necesita la mitad más uno y para cambiar la Constitución se necesita el 60 por ciento del Congreso. Yo creo que armar esa coalición en el Congreso será una tarea más difÃcil para Bolsonaro que para Haddad. Porque Bolsonaro se está moviendo con un discurso antipolÃtica y anti establishment. Y ya en enero va a necesitar de ese establishment para aprobar medidas. Entonces, va a tener que llamar a todos los partidos personalmente y ofrecerles un toma y daca o sino no va a conseguir gobernar.
Su candidato para conducir la economÃa, Paulo Guedes, dijo que va a privatizar las empresas estatales y con eso perderÃa el activo de los cargos para repartirles a esos partidos.
Exactamente. El instrumento de negociación principal para negociar, que es el presupuesto, ya está exprimido y si se privatizan las empresas, el presidente no va a tener más esos puestos para distribuir. Luego de ese discurso anti polÃtica de "yo no necesito a los polÃticos para gobernar un paÃs", Bolsonaro tendrá que ir detrás de esos polÃticos. Yo creo que va a conseguir formar una coalición inicial. Hay que ver si esa coalición es estable. Si logra el 60 por ciento del Congreso lo tiene que mantener principalmente en el primer año con la agenda de reformas. Por eso tengo mis dudas y tengo una visión más cautelosa. Por ejemplo, Paulo Leme, economista de Goldman Sachs, dijo en una entrevista con Estadâo que cree que el mercado está exagerando. Y yo estoy de acuerdo, creo que el mercado está ignorando justamente toda esa complejidad de formar una coalición polÃtica para aprobar las medidas. La gente no va a querer que haga todo por decreto, él precisa construir, convencer a esa coalición de que su agenda es la más correcta y con eso viabilizar su gobierno.
¿Puede ser que el mercado esté comprando gato por liebre con Bolsonaro?
Creo que no sólo el mercado sino la población brasileña. Los cientistas polÃticos están diciendo que la sociedad está comprando gato por liebre. El movimiento que veo hoy es muy parecido al que se vio con la elección de Fernando Collor de Melo en 1989. Él era un cazador de marajás (N del R: En Brasil los marajás son los ñoquis del Estado), era el salvador de la Patria, era de un partido pequeño y la población se embarcó en eso. Collor también tenÃa un programa liberal y efectivamente consiguió abrir la economÃa brasileña para las importaciones, porque Brasil era súper cerrado. Consiguió algunas privatizaciones en sectores importantes de la siderurgia, tuvo realmente avances importantes pero polÃticamente no sobrevivió.
Justamente porque en el Congreso no trabajó esa coalición.
Exacto. Entonces yo creo que algo parecido ronda a un posible gobierno de Bolsonaro. Y también existe el temor de que un gobierno de Bolsonaro pueda caminar por un fujimorismo o más recientemente en TurquÃa con Erdogan, con gobiernos más autoritarios. Es un riesgo, dado el pasado de Bolsonaro, los cientistas polÃticos y una parte de la sociedad tiene ese temor, pero no necesariamente eso va a suceder, pero va a haber que estar atentos.
Los militares que apoyan a Bolsonaro chocan con su elegido para EconomÃa
¿Guedes quiere privatizar Petrobras y otras empresas públicas los militares que apoyan a Bolsonaro se oponen?
Guedes quiere privatizar casi todo. Todo y más aún: él habla de un trillón de reales. Pero he hecho las cuentas y lo máximo que va a poder conseguir privatizar en lo inmediato, en uno o dos años, es menos de la mitad de un trillón. Porque en esa cuenta él agrega la reserva forestal que es también un activo del Gobierno y no se puede vender una reserva. Pero es él el que ha dicho eso, los militares que están en el entorno de Bolsonaro dicen "Petrobras es estratégico", "esto otro de aquà es estratégico". Entonces ya hay un conflicto latente entre Paulo Guedes y el resto de los asesores de Bolsonaro. Ya se vio a lo largo de la campaña a Bolsonaro desautorizando a Guedes en varios aspectos. Se creÃa que Guedes tendrÃa carta blanca para hacer todo lo que quisiera pero ya quedó demostrado que no, lo que es otro motivo para tener cautela.
¿Qué mensaje tiene que dar Haddad para tener chances en el ballotage?
Lo que va a ser crucial para Haddad para esta segunda vuelta será moderar su discurso e ir para el centro, porque si no consiguió convencer a quienes no lo votaron en la primera vuelta menos va a poder robar algunos votos que fueron a Bolsonaro. Es muy difÃcil pero puede pasar. Queda la expectativa de si Haddad va a anunciar un ministro de Hacienda un poco más de centro, un hombre más "market friendly". Ahora, el PT ya tiene una experiencia en construcción de coaliciones, entonces quizás tenga una largada un poco más fácil. El gran riesgo del PT envuelve a la cuestión de Lula. Si consigue el indulto, el paÃs estará en llamas. Y hay un pedazo grande del PT que defiende eso.
¿Haddad va a hacer la reforma previsional?
Es una de las cosas que deberÃa cambiar en el discurso, aún antes de la segunda vuelta. Haddad ya habÃa desautorizado algunos economistas del PT que habÃan preparado un programa muy intervencionista, que va a derogar el techo de gastos, muy a la extrema izquierda, no un programa socialdemócrata. Él va a tener que cambiar eso ya, si quiere tener chances de ganar el gobierno. Igualmente creo que hoy Bolsonaro tiene un 70 por ciento de chances de ganar. Creo que hoy los mercados tienen una euforia con Bolsonaro similar a la que tuvieron con Macri. Cuando Macri ganó las elecciones hubo una euforia en la bolsa, con el tipo de cambio, la confianza de las personas y poco tiempo después vieron que no era tan asÃ. Y ahora en el caso de Argentina hubo que recurrir al FMI.
¿En Brasil puede suceder lo mismo?
En Brasil el FMI pasa de largo porque el paÃs tiene muchas reservas internacionales. El Fondo entra en los paÃses que tienen deficiencia de moneda extranjera. En mi opinión es preferible que lo tuviéramos acá para presionarnos con hacer más reformas o de lo contrario no nos prestan el dinero. Porque si sólo dependemos de los polÃticos brasileños la cosa es más complicada.
¿El mercado puede tener la misma decepción con Bolsonaro que la que tuvo con Macri?
Creo que sÃ. La frustración es igual a la expectativa menos la realidad. Hay una expectativa muy alta de los mercados con un triunfo de Bolsonaro y cuando vean una realidad que sea más o menos, la frustración va a ser muy grande. El caso de Macri es una buena analogÃa y una buena comparación con lo que sucede en Brasil. La diferencia es que el no defiende a la dictadura ni tiene una postura homofóbica y machista. Es un empresario. Es una especie de Joâo Doria.
¿Qué harÃa Bolsonaro con el Banco Central?
El tenderÃa a dejar al presidente actual (Ilan Goldfajn) o cambiar por otro economista liberal. En ese sentido el Banco Central suele tener los menores cambios, es más de lo mismo. Lo mismo para un gobierno de Haddad. Lo más probable es que Goldfajn pueda seguir y que con el Banco Central Haddad y Bolsonaro tengan las menores divergencias. Las mayores diferencias no van a estar en el Banco Central sino en la conducción de la polÃtica económica y no la monetaria.
¿Como quedarÃa el Mercosur con Bolsonaro y con Haddad?
Eso no está muy claro. Con Paulo Guedes, con una visión más liberal, Bolsonaro creo que tenderá a abrir más la economÃa para otros mercados y no tanto al Mercosur. El programa de Guedes pretende tener una economÃa más abierta para el resto del mundo. Eso no serÃa necesariamente bueno para el Mercosur. Muchos paÃses tienen mercados cautivos acá en Brasil y van a tener que empezar a competir con productos de otros paÃses, especialmente Europa. En el caso de Haddad no creo que abra la economÃa. Va a tener una visión más de proteger algunos sectores y una polÃtica más favorable al Mercosur.
¿La estrategia internacional puede ser otro punto de choque entre Guedes y los militares?
La visión de realizar tratados de libre comercio es la visión de Paulo Guedes, pero no la de los militares que están asesorando a Bolsonaro. La visión de los militares no está clara cómo va a interferir y cómo se dará un equilibrio con la visión ultraliberal de Guedes. Son fuerzas antagónicas que van a estar en el mismo gobierno.
¿Cómo es el trato comercial de Brasil con México, la otra economÃa grande de Latinoamérica?
Brasil tiene un acuerdo grande con México en la parte automotriz. Con tarifas libres. En un gobierno de Bolsonaro no tendrÃa grandes cambios. Bolsonaro tiene una gran desconfianza con China. Él cuestiona mucho la presencia de chinos en Brasil. Esa serÃa una de las principales disputas de Bolsonaro con Guedes. Bolsonaro tiene una visión más parecida a Trump respecto a China. China es un comprador importante de productos brasileños, como soja, carne, petróleo. Es el principal socio comercial de Brasil y además China ha invertido mucho en Brasil. Hay muchas empresas de energÃa eléctrica aquà que son chinas, de agronegocios, tierras, infraestructura, ferrovÃas, logÃstica. Con mis amigos bromeamos que en el futuro vamos a tener que saber hablar mandarÃn. No es propio de Brasil sino de toda América Latina.
El problema de un gobierno de Bolsonaro es que las tensiones lógicas que siempre hay en todo gobierno, tendrÃan proporciones demasiado grandes. Porque el pasado de Bolsonaro es un pasado muy nacionalista, intervencionista y militarista. Mientras que Paulo Guedes es ultraliberal y no solo en economÃa, sino en cuestiones morales y de costumbres. Es por eso que no se si Guedes va a sobrevivir más de un año.
Bolsonaro habla pestes de la izquierda. ¿No puede chocar el trato con México por López Obrador?
Creo que no porque es una relación donde los dos ganan, no es un comercio desequilibrado. No es que Brasil o México ganan más que el otro. El caso chino es diferente, él repitió muchas veces la desconfianza que tiene hacia China.
¿Como serÃa una relación con Macri y Argentina?
Creo que habrÃa un trato positivo, tanto con Haddad como con Bolsonaro la relación con Macri serÃa parecida. Argentina es un socio comercial muy importante. La industria de Brasil y la industria argentina ganan mucho en el comercio bilateral. A veces la relación se pone un poco desequilibrada y hay algunos cuestionamientos, pero en general es positiva para los dos. Ahora, en el sector de agronegocios, ambos paÃses compiten en el mercado global. Aunque el mercado global es muy grande, China compra a ambos paÃses.
¿Por qué Brasil no tiene un problema con la inflación como tiene Argentina?
La inflación brasileña hoy está baja, en torno al 4% o 4,5% anual porque la economÃa esta con una enorme ociosidad. El desempleo está arriba del 12%. La industria brasileña está operando al 75% de su capacidad, lo normal serÃa entre 81 y 82%. La demanda está muy flaca. Otro motivo es que el mercado de trabajo está muy flojo, asà también como el salario, que subió apenas para recuperar los puntos de inflación. Por eso la inflación de servicios, que compone un 35-40 por ciento de la inflación brasileña, está en un nivel muy bajo. Pero también es cierto que el Banco Central de Brasil tiene credibilidad y consigue mantener las expectativas de inflación bajas. En Argentina las tarifas públicas estaban congeladas y por eso hay una "inflación correctiva". Brasil pasó por eso en 2015, en el segundo gobierno de Dilma cuando las tarifas eléctricas subieron el 50%, y la nafta, el transporte subieron del 10 al 20 por ciento. La inflación de aquel año fue muy alta y llegó al 15% en algunos momentos. Ya cuando la economÃa entró en recesión la inflación fue bajando. Ahora que comenzó la recesión en Argentina es posible que la inflación empiece a bajar también. Otra cuestión que afectó a la inflación argentina fue la devaluación, donde el tipo de cambio casi se duplicó. Yo creo que el año que viene la inflación se va a estabilizar. Pero Macri atravesará su último año de mandato con mucha recesión. Es muy difÃcil conseguir ser reelecto en un año de mucha recesión.
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Tasas al 72% y si bajan siempre quedará el dólar. Posibilidad de entrar capitales por 72 horas y volar. Que mas puede pedir el "mercado"?
(Deberíamos preguntarnos porque los candidatos q da la política oficial son tan fronterizos. Macri deprimió la política, la economía, el ánimo de más del 70% de la población)
Te imaginas cuatro años más de Cambiemos o Pro!!!
Mejor.... CAMBIEMOS peor no podemos estar